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Ya estoy en la segunda fase

Ya estoy en la segunda fase

(Foto: China, el país ultracapitalista).

 

Queridos lectores, me temo que he pasado a la temida segunda fase de "adaptación intercultural".

La "Teoría de la Adaptación Intercultural" es un estudio muy interesante sobre los "efectos secundarios" que experiementan las personas que abandonan el entorno en el que viven normalmente (su casa, su ciudad, su país...), para irse a otro totalmente diferente por un largo periodo de tiempo. No vale irse de vacaciones a Mallorca durante 8 días, eh?

Esta teoría formula cuatro fases por las que pasan las personas que se encuentran en esta novedosa situación, como por ejemplo: ¡yo...!

La primera vez que oí hablar de esto fue en Australia, donde pasé 6 meses, y que ahora mismo me parece el país más limpio, organizado, ecológico, ordenado y civilizado del mundo. Australia era el paraíso comparado con China, pero allí también se sufre el "choque cultural", aunque bastante atenuado, sobre todo porque puedes disfrutar de algunas de las mejores playas del mundo, donde el agua está limpísima, o te puedes ir a cualquier restaurante a comer, chinos incluidos, con toda confianza.

Las cuatro fases son las siguientes:

FASE 1: Entusiasmo

"Al principio, entrar en contacto con una nueva cultura normalmente le parecerá emocionante, interesante y divertido. Justo antes de llegar a un nuevo país, y poco después de haber llegado, las personas experimentan curiosidad, fascinación y un gran deseo de probar cosas nuevas y de conocer a gente nueva. Es posible que sus expectativas sean altas y, a veces, no realistas. Durante este tiempo, también ocurre el feliz reconocimiento de que ésta es una oportunidad personal y profesional excepcional. Esta fase a menudo corresponde con el primer mes o más del programa académico, cuando casi todo el mundo es amable y servicial, amistoso y comprensivo".

FASE 2: Pérdida y ansiedad

"Después de que la novedad y la emoción se desvanecen, muchos becarios empiezan a extrañar comidas, actividades y rutinas familiares. Muchas veces, los estudios se vuelven más difíciles. Es posible que los becarios que hayan aprendido el idioma del país anfitrón recientemente descubran que su capacidad de comunicación no es tan avanzada como para permitirles una interacción en un nivel personal y profesional más profundo. Esto puede crear confusión acerca de cómo relacionarse con otras personas y producir una sensación de aislamiento.

Durante esta fase, la nueva cultura a menudo resulta menos fascinante y frecuentemente surgen quejas acerca de diversos problemas (algunos reales y otros imaginarios) en el ambiente anfitrón. Algunas personas comenzarán a sentirse desanimadas, ansiosas, nostálgicas, solitarias, inmotivadas o negativas respecto a sus programas. Estas preocupaciones pueden manifestarse de distintas formas: cambios en el apetito, patrones de sueño modificados, una mayor necesidad de estar solo y una pérdida de la habilidad de concentrarse. Cada persona reacciona de una manera diferente; sin embargo, todos comienzan a actuar en formas que son distintas a sus patrones normales de conducta.

Adaptarse a esta fase de confusión es un reto. Los expertos en el ámbito de adaptación intercultural recomiendan a las personas que experimentan esta sensación de desorientación que intenten evitar tomar decisiones que puedan causar estrés durante este período".


FASE 3: Recuperación

"En poco tiempo, la mayoría de las personas comenzarán a recuperar su interés por el nuevo ambiente, gracias a su mayor autoestima, una mayor familiaridad con los alrededores y un mejor entendimiento de las diferencias culturales que inicialmente pueden haber sido la causa de frustración y confusión. El becario comienza a sentirse, por fin, como la misma persona que viajó al país nuevo en el principio, y recupera tanto su energía como la habilidad de esforzarse por conseguir sus importantes metas académicas y su satisfacción personal".

FASE 4: Adaptación y aceptación

"En la cuarta fase del proceso de adaptación intercultural, la mayoría de las personas comienzan a concentrarse más en las ganancias que han podido obtener gracias a sus nuevas experiencias, que en la pérdida de lo que les resulta familiar. Los becarios se dan cuenta de que están ampliando su entendimiento respecto a sí mismos y respecto a su propia cultura, y su satisfacción y autoestima continúan creciendo".

Si queréis leer el artículo completo lo podéis encontrar aquí.

También os recomiendo este artículo sobre China que aparece en el periódico Público hoy. Tiene toda la razón, además ayer estuve hablando con algunos jóvenes chinos y fue horrible comprobar lo lavado que tienen el cerebro y lo ultracapitalistas que son, aunque no lo sepan.

 

 

1 comentario

german -

qué teoria más interesante, no sé si la carrero blanco se vio en alguna de las fases en Bruselas, xo yo te puedo decir que estoy en la QUINTA: todo lo belga es malo :))