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Ya estoy en la segunda fase

Ya estoy en la segunda fase

(Foto: China, el país ultracapitalista).

 

Queridos lectores, me temo que he pasado a la temida segunda fase de "adaptación intercultural".

La "Teoría de la Adaptación Intercultural" es un estudio muy interesante sobre los "efectos secundarios" que experiementan las personas que abandonan el entorno en el que viven normalmente (su casa, su ciudad, su país...), para irse a otro totalmente diferente por un largo periodo de tiempo. No vale irse de vacaciones a Mallorca durante 8 días, eh?

Esta teoría formula cuatro fases por las que pasan las personas que se encuentran en esta novedosa situación, como por ejemplo: ¡yo...!

La primera vez que oí hablar de esto fue en Australia, donde pasé 6 meses, y que ahora mismo me parece el país más limpio, organizado, ecológico, ordenado y civilizado del mundo. Australia era el paraíso comparado con China, pero allí también se sufre el "choque cultural", aunque bastante atenuado, sobre todo porque puedes disfrutar de algunas de las mejores playas del mundo, donde el agua está limpísima, o te puedes ir a cualquier restaurante a comer, chinos incluidos, con toda confianza.

Las cuatro fases son las siguientes:

FASE 1: Entusiasmo

"Al principio, entrar en contacto con una nueva cultura normalmente le parecerá emocionante, interesante y divertido. Justo antes de llegar a un nuevo país, y poco después de haber llegado, las personas experimentan curiosidad, fascinación y un gran deseo de probar cosas nuevas y de conocer a gente nueva. Es posible que sus expectativas sean altas y, a veces, no realistas. Durante este tiempo, también ocurre el feliz reconocimiento de que ésta es una oportunidad personal y profesional excepcional. Esta fase a menudo corresponde con el primer mes o más del programa académico, cuando casi todo el mundo es amable y servicial, amistoso y comprensivo".

FASE 2: Pérdida y ansiedad

"Después de que la novedad y la emoción se desvanecen, muchos becarios empiezan a extrañar comidas, actividades y rutinas familiares. Muchas veces, los estudios se vuelven más difíciles. Es posible que los becarios que hayan aprendido el idioma del país anfitrón recientemente descubran que su capacidad de comunicación no es tan avanzada como para permitirles una interacción en un nivel personal y profesional más profundo. Esto puede crear confusión acerca de cómo relacionarse con otras personas y producir una sensación de aislamiento.

Durante esta fase, la nueva cultura a menudo resulta menos fascinante y frecuentemente surgen quejas acerca de diversos problemas (algunos reales y otros imaginarios) en el ambiente anfitrón. Algunas personas comenzarán a sentirse desanimadas, ansiosas, nostálgicas, solitarias, inmotivadas o negativas respecto a sus programas. Estas preocupaciones pueden manifestarse de distintas formas: cambios en el apetito, patrones de sueño modificados, una mayor necesidad de estar solo y una pérdida de la habilidad de concentrarse. Cada persona reacciona de una manera diferente; sin embargo, todos comienzan a actuar en formas que son distintas a sus patrones normales de conducta.

Adaptarse a esta fase de confusión es un reto. Los expertos en el ámbito de adaptación intercultural recomiendan a las personas que experimentan esta sensación de desorientación que intenten evitar tomar decisiones que puedan causar estrés durante este período".


FASE 3: Recuperación

"En poco tiempo, la mayoría de las personas comenzarán a recuperar su interés por el nuevo ambiente, gracias a su mayor autoestima, una mayor familiaridad con los alrededores y un mejor entendimiento de las diferencias culturales que inicialmente pueden haber sido la causa de frustración y confusión. El becario comienza a sentirse, por fin, como la misma persona que viajó al país nuevo en el principio, y recupera tanto su energía como la habilidad de esforzarse por conseguir sus importantes metas académicas y su satisfacción personal".

FASE 4: Adaptación y aceptación

"En la cuarta fase del proceso de adaptación intercultural, la mayoría de las personas comienzan a concentrarse más en las ganancias que han podido obtener gracias a sus nuevas experiencias, que en la pérdida de lo que les resulta familiar. Los becarios se dan cuenta de que están ampliando su entendimiento respecto a sí mismos y respecto a su propia cultura, y su satisfacción y autoestima continúan creciendo".

Si queréis leer el artículo completo lo podéis encontrar aquí.

También os recomiendo este artículo sobre China que aparece en el periódico Público hoy. Tiene toda la razón, además ayer estuve hablando con algunos jóvenes chinos y fue horrible comprobar lo lavado que tienen el cerebro y lo ultracapitalistas que son, aunque no lo sepan.

 

 

Esperando al mesías

Esperando al mesías

(Foto: la pizza)

 

Hoy he visto a Messi, el jugador del Barça, en el aeropuerto de Shanghai.

Como sabéis, viene para participar en los Juegos Olímpicos con la selección argentina de fútbol. Resulta que en Shanghai se juegan 12 partidos de este deporte, 9 de hombres y 3 de mujeres, porque es subsede de los Juegos de Pekín.

Había un grupo de seguidores chinos para recibirle, así como gente de la prensa. Algunas de las fans decían "Messi, te amo" con una pronunciación que bien podría ser la de Soraya Sáenz de Santamaría. Él se fue corriendo hacia una furgoneta que estaba preparada, escoltado por varios policías chinos, así que parecía que se lo llevaban detenido. Podéis ver la noticia en cualquier portal de noticias de internet...

Por otro lado, esta semana tuve mi primer mal de estómago en China. Fue asqueroso, aunque creo que no fue por un alimento en mal estado, sino por haberme comido una pizza cuatro estaciones (foto) demasiado rápido. Si os digo la verdad, tenía tantas ganas de comer comida occidental bien hecha que creo que no la digerí bien. Esta pizza la compré en un restaurante italiano (verdadero) que acabo de descubrir y que hace las pizzas súper bien, sin productos extraños que suelen echar los chinos que endulzan la comida y la vuelven intragable.

Todavía tengo que comer perro callejero! Y ranas, que las tienen los chinos en cubetas en medio de las aceras...

P.D: Por cierto! Ya sabéis que tengo una cuenta en flickr para el resto de las fotos que no cuelgo en este blog (porque solo me dejan una por entrada). Acabo de subir unas cuantas más, podéis verlas aquí.

 

No sin mi tarjeta

No sin mi tarjeta

(Foto: algunas tarjetas que me ha dado la gente en China, como veis, no reina la originalidad).

 

Una de las cosas que ya sabía cuando vine a China es que aquí las tarjetas personales son muy importantes. Sí, esas donde pone tu nombre, tu profesión y tu dirección.

Cuando vas a cualquier sitio en este país, sobre todo si es por trabajo, todo el mundo te pide la dichosa tarjeta. El otro día alguien me dijo que uno de esos tíos que van con triciclos por la calle y una campanilla que se ocupan de recoger cartón para el reciclaje le dio su propia tarjeta que ponía: "Zhang Li. Encargado de reciclaje del Ayuntamiento de Shanghai".

Pues yo no tengo la dichosa tarjeta y esto me ha dado algunos problemas.

Por cierto, para los que no lo sepáis, la tarjeta representa una parte de ti en China, así que tienes que recibir la que te den con mucho respeto y con las dos manos y dar la tuya también con mucho cuidado. No se te puede caer una tarjeta ajena delante de su dueño, porque eso supondría un desprecio. Esto también pasa en otros países asiáticos como Japón.

 

 

Mongoles everywhere

Mongoles everywhere

(Foto: chinos mirando por un telescopio. Aunque parezca un fondo falso, es de verdad!)

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Después de unos 20 días en el país por fin empiezo a entender por qué China es, y seguirá siendo por bastante tiempo, un país en desarrollo pero tercermundista.

Desde la burbuja de un “laowai” (guiri en chino), se ve todo muy bonito, pero cuando tienes que tratar con los chinos para trabajar, pues te das de bruces con la realidad asiática: desorganización total. Lo comprobé en una feria a la que fui el lunes donde había empresas españolas. Fue un asco, pero al final todo salió bien. No quiero ni pensar lo que pasará en los Juegos Olímpicos. No tengo ninguna confianza en que terminen bien. Está claro que si un país con el potencial de China estuviera organizado otro gallo cantaría.

 

Otro problema típico de los expatriados en China es la relación de amor/odio con la comida. Lo primero, para los que no lo sepáis, la comida china (en China) no se parece en nada a la que venden los chinos en España. Es verdad que hay muchos tipos de comida aquí pero a un occidental le cuesta digerirla, y si no es la primera semana es la segunda cuando te pones mal del estómago, aunque no hayas tomado nada especialmente en mal estado…

 

Precisamente hoy acabo de cenar en un “hot pot” de comida típica de la región autónoma china de Mongolia Interior con algunos de los españoles que conocí el otro día por la noche y dos chicas chinas, (una de ellas hablaba perfectamente español porque lo había estudiado en una universidad china).  

 

Un “hot pot” es un restaurante donde hay mesas con un hornillo en el centro donde ponen una especie de olla baja dividida en dos partes: una con agua con condimentos y otra con agua con condimentos picantes. Una vez que se enciende el hornillo y el agua hierve, los clientes echan en la olla la comida que han pedido (normalmente cruda): patatas, verduras, setas, carne de diferentes tipos, hígado, una especie de paté (sangre de pato). Bueno, cosas así. Cuando acaban de comérselo todo también pueden degustar la deliciosa sopa que queda.

 

Nosotros también tenemos la “casquería fina”, no seáis etnocentristas! Es bastante asquerosillo a primera vista, pero tampoco está tan mal! Además, los mongoles interiores son muy simpáticos jajajaj! Pedimos comida y cerveza a reventar y solo nos salió a unos 5 euros por cabeza.

Lo que de verdad no tuvo ningún desperdicio fue la conversación que tuvimos en nuestra mesa. Fue muy divertido y, claro, ¡surrealista!.

 

 

 

 

 

Movida madrileña en Shanghai

Movida madrileña en Shanghai

(Foto: estatua del primer alcalde comunista de Shanghai, en el Bund, al que casi todo el mundo confude con Mao).

 

Ayer sábado decidí salir sola para ver cómo era la noche shanghainesa. Esta es una de las cosas más emocionantes que puedes hacer en una ciudad.

La verdad es que no sé si me vais a creer cuando os diga que oí hablar español inmediatamente en el primer bar al que fui. De hecho estaba todavía en la escalera, ni siquiera había entrado! Eran un chico y una chica de Madrid, que me invitaron a tomar una cerveza con ellos. Luego llegaron cuatro más (una de ellos gallega), y un brasileño.

Después nos fuimos a otro bar, The Shelter (El Refugio), que está en lo que era un antiguo búnker, no apto para claustrofóbicos ni para precavidos antiincendios. El bar estaba muy bien, todo muy underground. Había que entrar por un pasillo bastante largo que parecía el túnel de una cueva. Al final, paredes negras, música house bastante decente y montones de cachorros occidentales veinteañeros pasándoselo teta en Shanghai. Se veían bastantes parejas mixtas (occidental con china), pero ni rastro de la viceversa. También había unos cuantos negros (más de los que he visto en los casi 20 días que llevo en la ciudad), y según un comentario de mi alrededor estaban ahí por "asuntos de drogas".

Si te adentrabas un poco más en el Shelter podías ver los diferentes apartados del local, que parecía una especie de laberinto, algunos llenos de sofás con gente de todas las razas y nacionalidades. Fumando de una narghile (cachimba, hookah, narguile, shisha o kalyan), bebiendo cubatas y sobándose. La parte del principio, donde la gente baila, se parece bastante al Nasti/Barbarella de Madrid, para que os hagáis una idea.

Más tarde el grupo se dividió y yo me fui con dos de los españoles y el brasileño a otro bar, el Mao. Sí, sí, el MAO.

Pues resulta que el Mao es uno de los sitios de más pijerío de Shanghai. Así como lo oís. En el Mao si les da la gana a los puertas no te dejan entrar, claro que a nosotros sí que nos dejaron. A los chicos les cobran 100 yuanes por pasar (10 euros). Un auténtico timo, y las cervezas a 5 euros. Tened en cuenta que una cerveza de 600 cl en el súper cuesta 30 ctm. de euro.

Bueno el Mao, por dentro, es un local bastante pequeño pero bien decorado, bastante rollo glamour. Tiene dos pisos, aunque al segundo no llegué a subir. Se ve bastante putiferio y hay muchas chinas que sólo van ahí para ligar con occidentales. La música es house, en esto no estaba tan mal. Cuando estábamos tan tranquilos en la pista, va y aparece un policía VESTIDO DE POLICíA husmeando a ver que se cocía en el garito. Yo casi me descojono en su cara. ¿A quién se le ocurre mandar a un policía vestido de policía a un local de guiris?? ajajajajajajajaj! Los chinos a veces pecan de inocentes.

Hoy he ido a comer pollo chino con los españoles que conocí ayer. Son todos muy simpáticos y la verdad es que he tenido mucha suerte!

 

Pulpo en el Bund

Pulpo en el Bund

(Foto: comida callejera en el Bund)

 

Hoy he estado por el Bund, una de las zonas más turísticas y bonitas de Shanghai. El vendedor de comida se enfadó muchísimo cuando le estaba haciendo esta foto y amagó con quitarme la cámara, además me dijo: "money!" y algo más en chino que supongo que no era nada bueno jaja... Pero llevaba tiempo queriendo hacerle una foto a estas porquerías que venden en la calle. No me queda muy claro qué es eso con forma de ¿pulpo? Puagggg....

Ya había estado un par de veces en esta parte de la ciudad, de hecho fui el primer día que llegué, pero es tan grande que siempre descubres cosas nuevas, como por ejemplo un CITIBANK, que es lo que llevaba buscando desde que llegué jajaj---

El problema no es que no haya bancos o cajeros automáticos en el país, el problema es que el gobierno chino no deja sacar más de 3.000 yuanes al día (unos 300 euros), así que ningún banco o máquina te da más.

Lo del dinero chino es un asunto muy raro. Cuando tuve que pagar mi primer mes de alquiler y la fianza tuve que ir tres días al banco. Además, el billete de más valor que tienen en China es el de 100 yuanes, (10 euros). Os imagináis tener que ir a pagar vuestras facturas y demás con billetes de 10 euros??? Es un horror. Al final tienes que llevar unos fajos de billetes impresionantes, total para muy poco dinero.

Además tienen monedas de lo más ridículas, como por ejemplo de una milésima de céntimo y cosas así. Yo ni las distingo.

Le pregunté al chico chino que me buscó el piso donde vivo que por qué no tenían billetes más grandes, que nosotros en Europa teníamos uno hasta de 500 euros (5000 yuanes). Me dijo que "por seguridad" (¿?). No le dije nada más porque me dio la sensación de que hasta tienen lavado el cerebro con este tema... en fin, creo que ni se lo había planteado.

Algunos blogs sobre China

Algunos blogs sobre China

(Foto: hoy en una calle cercana a la estación de tren de Shanghai).

 

Os voy a dejar los enlaces de dos de mis blogs favoritos sobre China:

Este mexicano, que es súper divertido (aunque hace tiempo que no se actualiza). Va de las imitaciones que hacen los chinos de las marcas más famosas, por ejemplo: Georgi Amoni en vez de Giorgio Armani, Kuma en vez de Puma, Panosaonic en vez de Panasonic, Didasa o Odidoss en vez de Adidas, Nire en vez de Nike, Sonia en vez de Sony, iFan en vez de iPhone, Paperboy en vez de Playboy...

Y este, que es también muy divertido y cuenta muchísimas cosas sobre China. Lo escribe un chico español que lleva ya unos cuantos años en Pekín y trata sobre todo de curiosidades.

Por cierto, este viernes no trabajo porque es el día de Santiago, así que voy a aprovechar para ir a algunas zonas de la ciudad donde todavía no he estado.

Ayer alcanzamos los 38 grados

Ayer alcanzamos los 38 grados

(Foto: mi barrio de noche)

 

En Shanghai alcanzamos ayer los 38 grados...!

Además, justo ayer el mando de mi aire acondicionado no funcionaba bien... aunque al final parece que se arregló. Tenía previsto hacer una visita a la zona de Pugong, al otro lado del río, pero al final lo dejé para otro día y me quedé en casa porque lo de estar en la calle era insoportable. En la zona de Pudong fue donde se alcanzaron mayores temperaturas, dice hoy el periódico Shanghai Daily en este artículo, donde también explica que ayer se batieron en Shanghai todos los records de consumo eléctrico. No me extraña, porque aquí todas las tiendas y casas tienen aire acondiconado.

Para que os hagáis una idea, es un calor húmedo subtropical, parecido a estar en una sauna. Además, esto unido a que Shanghai es una de las ciudades más contaminadas del mundo, el agua color chocolate del río... pero la verdad es que a mi no me disgusta demasiado, aunque es muy fuerte ver que a veces sales a la calle y se te empañan un poco las gafas jajaja...

Qué es?

Qué es?

¿La América capitalista?

No, la China comunista!

La foto es de un KFC que descubrí ayer en la Xikang Rd. de Shanghai, a cinco minutos de mi casa. Además en la misma calle hay un supermercado DÍA (!). También hay un restaurante portugués que se llama, original, Macao.

Tengo que acordarme de poner también las fotos de las tiendas de Zara, Tous y Adolfo Domínguez, que me encontré por casualidad haciendo turismo. Por cierto, Zara es más caro que en España. En China las cosas son baratas, pero sólo algunas.

Otra cosa que tengo pendiente es lo de las clases de chino. Estuve por ahí mirando algunas academias pero como obviamente son para extranjeros pues son bastante caras. Dos meses y medio de clases 400 euros y cosas por el estilo: un robo. Las cosas para occidentales como alquileres de pisos, clases de chino, discotecas, etc. son a precio europeo en China.

Mañana más fotos.

Un poco de historia sobre Shanghai

Un poco de historia sobre Shanghai

(Foto: Pudong desde el Bund, Shanghai)

 

Shanghai era un pequeño puerto de pescadores que empezó a despuntar a finales del siglo XVII como centro pesquero, comercial y algodonero.

La Primera Guerra del Opio (1839 - 1842) fue una pieza muy importante en la construcción de Shanghai. En ella los británicos y los chinos lucharon por el comercio del opio: China lo prohibió en 1829 por sus consecuencias negativas en la sociedad y UK quería explotarlo. Al final ganaron los británicos lo que, entre otras cosas, llevó a que estos abrieran su propia concesión en Shanghai. Los franceses abrirían posteriormente la suya, después de la Segunda Guerra del Opio, en la que se aliaron con los ingleses. En estas concesiones vivían los extranjeros bajo su propia jurisdicción, totalmente independientes de las leyes de China.

La Concesión Francesa, en el centro-sur de la ciudad,  sigue siendo actualmente un lugar reconocible en Shanghai, de hecho es uno de los barrios más turísticos y con más encanto. Oficialmente no conserva este nombre, pero todo el mundo la conoce como la French Concession.

Shanghai prosperó gracias al comercio de té, opio y seda y empezó a recibir grandes flujos de inmigrantes chinos.

En 1900 la ciudad ya tenía un millón de habitantes y en 1930 se había convertido en la capital asiática del juego y el vicio, lo que le valió el apelativo de la "puta de oriente". Algo parecido a ciudades como Tánger. Esto atrajo a muchos dandis y vividores, que se entretenían en el hipódromo o en los restaurantes de lujo.

Una cosa que no mucha gente sabe es que fue en Shanghai, concretamente en la Concesión Francesa, donde se creó el Partido Comunista Chino (PCCh) en 1921. Hoy la casa donde se gestó es un museo.

Los extranjeros que poblaban la ciudad la fueron abandonando paulatinamente en la Guerra del Pacífico (1941) y definitivamente con la llegada de los comunistas al poder 1949.

Shanghai atraviesa hoy otra época dorada. Es el motor económico de China, el país que en unos años será la primera potencia mundial, por encima de EEUU. Es una de las ciudades más pobladas del mundo, con 18 millones de habitantes, y en 2010 albergará la Exposición Universal, a la que asistirán más de 200 países y organizaciones.

Feria de videojuegos

Feria de videojuegos

(Foto: videojuegos hechos realidad en Chinajoy)

 

El viernes fue un día muy completo: fue mi primera salida como periodista.

Mi misión era cubrir Chinajoy, una feria de videojuegos chinos, una auténtica locura!

La muestra estaba en el Shanghai New Internacional Exhibition Center, a una media hora en taxi desde mi casa, en Pudong, al otro lado del río Huangpu, que es el que separa la ciudad en dos partes. Para que os hagáis una idea, es un sitio muy parecido al Recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid, donde se celebra ARCO, el SIMO y otras ferias.

No os imagináis la de quinceañeros y jóvenes que había! Hacía tanto calor que cuando entrabas se te empañaban las gafas ( y eso que había aire acondicionado). Se nota que China ya no es un país tercermundista, al menos ya debe estar por el segundo mundo o por ahí... jaja. Cada empresa de videojuegos tenía su propio espacio donde regalaban merchandaising, dejaban probar los nuevos juegos, te podías hacer fotos con modelos disfrazados de los personajes más populares...

Creo que yo era la única occidental, y eso que había miles de personas.

Al final, a pesar del ruido ensordecedor y del calor pude hablar con uno de los responsables de SHANDA, la mayor empresa de vidiojuegos de China, que hablaba bastante bien inglés y me dijo cuáles eran los juegos favoritos de los quinceañeros chinos...  Para que lo sepáis, esta compañía cotiza en el NASDAQ desde 2004 y es una de las más prometedoras empresas de entretenimiento multimedia de Asia.

A los chinos les encanta jugar, menos mal que aquí están prohibidas las tragaperras (excepto en Macao). El otro día fui a comer a un restaurante (es verdad que era ya un poco tarde, aquí los chinos comen de 12 a 14h), y cuando entré estaba todo oscuro, sólo había una luz que alumbraba una mesa, donde estaban jugando unos 15 chinos al póker. Me dijeron "Helloouu" y que me sentara, así que no me pude escapar... jaja...

 

 

Cumpleaños en China

Cumpleaños en China

(Foto: templo de Jing´An)

 

La verdad es que si en mi último cumpleaños, que lo celebré en Madrid comiendo comida japonesa y preparándome para un concierto de Bjork al día siguiente, me dicen que este año lo iba a pasar en China no me lo hubiera creído.

Todavía no he podido hacer mucho turismo, pero he estado en el templo más importante de mi distrito de Shanghai (Jing´An), en el Bund, en la Plaza del Pueblo, en Nanjing Rd, la avenida comercial más larga del mundo, con todo tipo de tiendas de lujo, y que está a solo 15 minutos de mi casa andando.

Ayer intenté llegar al final de mi calle por el norte (en dirección contraria al centro de la ciudad) y no fui capaz de terminarla de lo larguísima que es. Lo que en el mapa parecen un par de manzanas en la realidad son kilómetros de rascacielos, miles de tiendas y restaurantes. Es todo increíblemente grande.

Mi próximo objetivo es apuntarme a clases de chino, pero eso creo que no será hasta el mes que viene.

Casi una semana en Shanghai

Casi una semana en Shanghai

(Foto: vistas desde mi casa)

 

Mañana hace una semana que llegué a Shanghai.

Ya me he mudado a mi casa, me he registrado en el policía (obligatorio para todos los extranjeros que visitan China), he hecho algo de turismo, he comprado algunas de las cosas que le faltaban a la casa, he ido al Jaleful (o sea, Carrefour, no es coña) y he hecho mis primeras noticias, bastante chorra por cierto jaja...

Como este blog no me deja más que subir una foto por entrada he decidido crear un álbum en mi cuenta de flickr. Podéis ver ahí mis fotos, que ya están colgadas: http://flickr.com/photos/fotana2/sets/72157606183393109/

Por cierto, hoy me han instalado internet, así que ya estoy totalmente conectada. Nos vemos en skype, googletalk, messenger....

Móvil y piso

Móvil y piso

(foto: tai-chi a las 6 de la mañana)

 

Ya tengo móvil chino:

13XXXXXXXXX (desde China)

+86 13XXXXXXXX (desde móviles)

0086  13XXXXXXXX (desde fijos)

Recordad que el día 17 es mi cumpleaños :)

Otra cosa importante: ya TENGO PISO!! He cerrado hoy el trato con los dueños por una casa a 10 minutos andando de la oficina, cerca del cruce de las calles Jiangning y Kangding, en el distrito de Jing´an. La verdad es que estoy muy contenta con el precio y la casa porque está muy nueva, está en un edificio bueno y tiene mucha luz y unas vistas magníficas (de rascacielos). Además la zona tiene de todo: centros comerciales, tiendas tradicionales, gimnasios, spa, restaurantes...

La negociación fue muy divertida y al final conseguí que me lo rebajaran un poco y que cambiaran las condiciones de la fianza. Hay que ver lo que hablan los chinos... El domingo firmo el contrato y me instalo.

Ya estoy en Shanghai!

Ya estoy en Shanghai!

Ahora mismo son las 7 de la mañana aquí, pero la una en España, he dormido 5 horas pero ya no puedo dormir más!

Llegué ayer a las 14:20, las 8:20 de España, al aeropuerto de Shanghai. Los vuelos fueron muy puntuales, tanto el de Madrid-Munich como el de Munich-Shanghai, pero dormir en el avión fue imposible.

Cogí un taxi hacia el centro de la ciudad (cerca de la Plaza del Pueblo) que me dejó en la puerta de la casa de Tania, mi contacto en Shanghai, (por cierto: los chinos conducen como auténticos locos, casi nos chocamos contra una camioneta). Allí también conocí a Jose, el que va a ser mi jefe. Los dos son muy jóvenes: 26 y ¿30? años. Con Jose no he podido hablar mucho porque tenía un día muy ocupado preparando la llegada del presidente de México a Shanghai. Por lo visto sólo estará tres días en China, y uno lo pasa en la ciudad.

Después de instalarme en casa de Tania (mientras busco piso, que eso será a partir de hoy), ducharme y ponerme unos pantalones cortos (hace un calor pegajoso subtropical con el que sudas aunque no hagas nada), nos fuimos a cenar a uno de los restaurantes cercanos a la Plaza del Pueblo, que es la plaza principal de Shanghai. Las calles ahí son las típicas de una postal japonesa: llenas de neones de anuncios comerciales. No tengo fotos de esto porque estaba harta de cargar con bultos y no me apetecía llevar la cámara, que no es una digital pequeña precisamente... pero las haré.

Los restaurantes chinos aquí tienen poco que ver con los chinos españoles. Ya lo había comprobado cuando estuve en Australia, donde hay muchísimos chinos y también restaurantes buenísimos. Tania se defiende en chino y al final pudimos pedirle todo lo que queríamos al camarero. Aquí tienen la costumbre de quedarse a decidir contigo lo que te vas a comer: discuten, te recomiendan, te hablan sobre la comida... y no solo con los turistas, con los chinos todavía más. Lo de comer se lo toman muy en serio. Por cierto, la cerveza china está muy buena y es muy suave, pero estoy deseando hacer una foto de las botellas que sirven porque SON GIGANTESCAS, como el doble de una española. Cuando las ves te parece que es una tomadura de pelo, pero con el calor que hace os aseguro que todo el mundo se las bebe enteras.

Después estuvimos viendo los rascacielos desde la orilla del río Wusong, uno de los dos que tiene la ciudad. La verdad es que el skyline de Shanghai no tiene nada que envidiarle al de ciudades como NYC o Chicago. De hecho hay más rascacielos aquí.

Por la noche hay un montón de ambiente en la calle, los chinos se parecen mucho en eso a los españoles. Ahora, que son las 7:30h, se oye música tradicional china en la calle y hay gente haciendo tai-chi desde las 6. Parece una ambientación de película.

Hoy tengo que ir a la policía a registrarme y voy a empezar a buscar piso, lo que creo que será una de las cosas más difíciles que haga en China. Otra cosa que espero arreglar hoy es lo del móvil: tengo que comprarme una tarjeta china, aunque espero comunicarme con vosotros vía skype. Ahora mismo le estoy pirateando red a un chino anónimo, porque la de Tania no me deja conectarme...

Pues nada, os dejo unas cuantas fotos para que vayáis viendo un poco cómo es esto.

 

Continuará...

Nuevo blog

Nuevo blog

El martes día 8 vuelo hacia Shanghai y se me ocurrió crear una página donde la gente que conozco pudiera tener noticias mías a través de posts y fotos de mi viaje así que, si no está censurado el servidor Blogia en China, esta es la dirección definitiva.
El blog original estaba en blogspot (de Google), pero me he dado cuenta de que está censurado en China. Si pincháis aquí podéis ver algunas de las páginas que están censuradas en el país.
También os dejo un gráfico con el recorrido de mi viaje:
Madrid - Munich - Shanghai.

Próximamente más...